Mi experiencia en Mercado Pago

Antes de empezar, te invito a que escanees este QR con tu teléfono:

Si estás viendo esto en un teléfono, hacé clic acá, y de paso, el tiempo que te lleva leer todo esto, lo hacés con linda músca.

Si pudiste escanear el QR, si supiste lo que significa escanear, qué es un QR, si sabías cómo hacerlo, qué iba a pasar cuando lo hicieras, es porque algo te llegó: un hábito, una moda, una tecnología. 

De eso se trata este posteo. De hacer zoom out y mirar la foto grande. De mi paso por Mercado Libre, la empresa de tecnología más grande de la región, y de trabajar en UX con el QR como tecnología, como medio de pago, como posibilidad

Fueron casi dos años y medio donde desde el primer día todas las personas con las que me crucé me recibieron, me ayudaron y estuvieron dispuestas a orientarme. Si bien ya tengo unos cuantos años en comunicación y de trabajar en productos digitales, no estoy seguro de haber sentido antes que mi trabajo tuviera tanto impacto en la vida de las personas. 

Creo en el poder transformador de la tecnología y el lenguaje, que no son neutrales, y que por eso podemos usarlos para la inclusión, para educar, hacer ejercer derechos, y solucionar problemas. Un poco por eso doy clases en la universidad pública, y por eso me daba tanta adrenalina y coraje ser parte de un producto que pudiera cambiar aunque sea un poco el día a día de otras personas.

En este tiempo me encontré con gente talentosísima, siempre dispuesta a enseñar y también a aprender. Subiendo siempre la vara de la calidad, del trabajo en equipo y de la creatividad, estuvieran donde estuvieran. En mi caso, fueron solamente 3 (¡tres!) meses antes de que nos dijeran “chicos, por las dudas llévense las compus a casa” y no volviéramos a la oficina por casi dos años. A distancia, en un contexto completamente desconocido, de repente mi trabajo podía ayudar a evitar contactos (contagios), ayudar a comercios a seguir vendiendo, y a abrir caminos donde no parecía haberlos. El desafío y las distintas personas estuvieron a la altura.

Hablé con medio mundo, pregunté lo que no sabía, aporté lo que tengo y siempre hubo alguien ahí para comprometerse y dar una mano. Para ponerse en los zapatos de miles (millones) de usuarios, pensar, prever, probar, dibujar, escribir, fallar, volver, resolver, verlo funcionar, verlo impactar en las calles, en distintos países. Dicen por ahí que llegar temprano es tan malo como llegar tarde: lo importante es poder hacer algo con/para los demás. No dejamos de ser seres sociales, ¿no? 

En este tiempo crecí mucho, junto con todo lo que iba creciendo la billetera digital de Mercado Pago, el uso del código QR, en Argentina, pero también en Brasil, México, Chile, Perú, Colombia, Ecuador. Las historias que contamos llegaron a mucha gente, el equipo creció un montón y con eso las responsabilidades, las oportunidades, y la chance de recibir a los/las nuevos/as que iban llegando (sí, con dos años ya era un veterano). Hasta que de a poco fuimos volviendo a las oficinas, a dibujar las paredes como tanto me divierte.

Hoy me siento feliz de todo lo que pasó, y preparado para seguir caminando. Me llevo mucho: mucha gente, amigos, historias, aprendizajes, respeto. Hora de seguir andando, explorando. Próxima estación: la blockchain.

2 comentarios en “Mi experiencia en Mercado Pago”

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